EL CONEJITO SALTARÍN
(De Miss Cuentacuentos)
Había una vez un conejito a quien le gustaba saltar y saltar, también le gustaba observar el bello bosque donde vivía. Todo era hermoso allí, las flores, los árboles, el agua cristalina de los riachuelos, el cielo azul, y todos los animales que vivían con él. Era un conejito muy feliz.
Un día el conejito saltarín que se llamaba Martín, decidió ir a conocer otros bosques pero cuando salió de su casita, vio todo muy borroso, no podía distinguir las flores, los árboles, el agua cristalina, ni a sus compañeros animales, ni el cielo azul, solo vio manchas claras y oscuras que se movían. Se asustó mucho, lloró y lloró mucho, pero se quedó quieto, porque no sabía a donde ir, por donde saltar. Pasaron unos minutos y llegó su mamá, la coneja Rita, la que nunca grita, y lo abrazó muy fuerte y lo llenó de besos, le dijo que no tema, que solucionarían su problema, que ya sabía porqué no podía ver bien, que sus ojitos estaban muy débiles. Es que él se la pasaba jugando todo el día, y por jugar y jugar no comía bien las ricas zanahorias que mamá le servía en el desayuno, en el almuerzo y en la cena. Martín aceptó que eso era verdad que por salir a jugar dejaba su comida a medias, entonces prometió que comería todas sus zanahorias siempre y así lo hizo desde entonces. Ahora Martín sigue mirando su hermoso bosque y es feliz saltando y jugando y comiendo todas las zanahorias que mami le da y algunas más, por si acaso.
Colorín colorado, el cuento ha acabado.
Autora: Ketty Maritza Gómez Alarcón (Peruana)
D.R.
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