miércoles, 3 de diciembre de 2014

PUÍTAS, EL ERIZO ABRAZADOR

PUÍTAS, EL ERIZO ABRAZADOR
(Cuento para niños)
(De Miss Cuentacuentos)


Puítas, así se llamaba el erizo que quería tener muchos amigos, pero nadie quería jugar con él. El era un erizo  muy cariñoso y quería abrazar a todo el mundo. Pero en su afán de prodigar cariño se le escapaban una o dos puítas que hincaban a sus amiguitos. El estaba muy triste, porque solo quería que todo el mundo lo quiera. Era muy inteligente y muy creativo. Le dedicaba cartitas muy lindas con muchos dibujos a sus compañeritos de la escuela.

Solo su mamita lo abrazaba muy fuerte para hacerle saber que ella si lo quería y que no le importaba si una o dos puítas le hincaban porque sus abrazos eras muy ricos y ella lo amaba. Puítas abrazaba muy fuerte, tanto que hasta que se sentían los latidos de su corazón.

Un día Puítas estaba llorando mucho porque no tenía con quien jugar cuando mami hacía sus labores en casa o se iba a trabajar. Y así todo mojado por sus lágrimas lo encontró el elefante Dante, un animal muy sabio y muy viejo también, Se acercó cuidadosamente a Puítas y le dijo. ¿Puítas porque lloras? y Puítas le contó lo que le sucedía. Entonces le preguntó Dante A ver Puítas ¿y eso tiene solución o no tiene solución? Puítas, le dijo que sí.  Si tan solo cuando me acercara a mis amigos no los lastimaría, todo sería perfecto, yo solo quiero jugar con ellos, abrazarlos y ser muy feliz. A Dante se le ocurrió una idea. Se despidió de Puítas y regresó al día siguiente con todos los niños de la escuela. Cada uno de ellos tenía en sus patas delanteras dos corchitos.
Puítas estaba muy contento de verlo a sus compañeritos pero estaba extrañado pues no sabía que pasaría.

Fue entonces cada uno de ellos se le acercó y se disculpó con Puítas por no jugar con él por miedo a ser lastimado y luego de disculparse con mucho cuidado le ponían los corchitos en sus púas. Uno de sus compañeritos le dijo que le gustaría que lo abrazase muy fuerte como lo hace con su mamá porque debe ser muy lindo, pero que también tenía miedo, para luego ponerle los corchitos en sus puítas. Y así uno a uno, cada compañerito  le decía algo muy bonito sobre él y le ponían los corchitos en sus púas. Y así Puítas se llenó de muchos corchitos. Estos corchitos hacían que las puítas no hinquen más, pues cubrían las puntas. Cuando todas sus puitas estaban ya con corchitos, todos se pusieron a jugar.

Puítas era muy divertido, muy amoroso, muy creativo, muy generoso. Ahora todos los días jugaban en el parque con Puítas, pues cuando querían jugar con él le ayudaban a ponerse los corchitos. de pronto un día, los niños olvidaron colocarle corchitos a Puítas, porque todos querían jugar muy pronto con él, todos querían estar con él, Puítas era muy querido por su forma de ser y a sus amiguitos ya no les importaba si una o dos puítas les hincaban porque era más hermoso compartir tiempo con Puítas, ahora lo querían mucho, sin embargo Puítas y sus amigos siempre tenían mucho más cuidado al acercarse para los abrazos, y si una o dos puítas les hincaban, solo decían ¡au! disimuladamente, sus abrazos eran maravillosos. Y así todos fueron felices. 

COLORIN COLORADO, EL CUENTO SE HA ACABADO. ;)



DERECHOS RESERVADOS KETTY MARITZA GOMEZ ALARCON (PERUANA)

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